Iniciación a la Micología II
¿Cómo diferenciar las setas? 2ª Lección
Como ya hemos visto en la 1ª Lección y situados ya en el
reino Fungi, Macromicetos…
La principal diferenciación de las especies sería mediante
el sistema reproductivo de las esporas y que como dijimos se dividen a su vez en
dos Clases: Ascomicetos y Basidiomicetos.
Para poder apreciar esas características, necesitaríamos de
la ayuda de un microscopio, porque son detalles que no podemos apreciar a
simple vista.
Ascomicetos: Son aquellos hongos que producen
sus esporas en el interior de unas pequeñas vainas a modo de saco microscópico
llamadas ascas. Las esporas maduran en el interior de este pequeño saco, que se
abrirá para expulsarlas al exterior. Cada asca contiene generalmente 8 esporas.
Basidiomicetos: Producen sus esporas sobre unos
pequeños órganos a modo de maza, formando una especie de racimo microscópico
generalmente de 4 esporas.
Boletus reticulatus
Existen en realidad más categorías, como el subgénero,
sección, tribu, variedad, forma, etc.; pero las mencionadas antes son las
principales, y la mayoría de las veces simplemente utilizaremos las dos últimas
para referirnos a un hongo: el Género y la Especie.
¿Y qué tiene que ver eso con la clasificación de las
setas?
De esta forma y para entenderlo de una manera sencilla, si
pensamos en un boletus y en una amanita. Si los observamos al microscopio
podremos observar que en ambos, las esporas se producen en basidios, con lo
cual pertenecerán a la subdivisión Basidiomicotina, Clase Basidiomicetes,
etc. Pero al profundizar más en su estudio advertiremos que mientras que en la
amanita, los basidios se alojan en la superficie de las láminas, en el boleto
lo hacen en el interior de unos tubos, lo que dará origen a situar a las
amanitas en el orden Agaricales, y a los boletos en el orden Boletales.
Pero a su vez nos daremos cuenta de que existen otras muchas setas con láminas,
pongamos por ejemplo una lepiota, que tienen una serie de diferencias con la
amanita (por ej.: carece de volva). Para ello recurriríamos la categoría
de Género.
De esta forma vamos agrupando las distintas setas que
encontramos según sus similitudes y diferencias, hasta llegar a la categoría
de Especie. De este modo obtenemos los nombres específicos: Boletus
reticulatus, Amanita caesarea, etc.
En lo cual, Boletus sería el Género y
reticulatus la Especie.
Ordenación taxonómica:
- · Subdivisión:
Basidiomycotina
- · Clase:
Homobasidiomycetes
- · Subclase:
Agaricomycetidae
- · Orden: Boletales
- · Familia: Boletaceae
- · Género: Boletus
- · Especie:
reticulatus
Bueno, en principio puede parecernos bastante complicado el
proceso de clasificación de una seta, pero familiarizándonos con el
procedimiento, llegaremos a ubicar a cada especie en su lugar… Porque cuando
nosotros encontramos una seta en el campo, en realidad lo hacemos de una
especie determinada y concreta. Después en vistas de sus características físicas,
del hábitat donde la encontramos y de otras características menos evidentes,
podremos ir clasificandola.
Profundizando un poco más en la clasificación
microscópica. Los micólogos utilizan en general un sistema sencillo,
que tiene la ventaja de ser cómodo de usar. Según este sistema, los cuatro filos principales
son: Oomicetes (Oomycota), Zigomicetes (Zygomycota), Ascomicetes (Ascomycota) y
Basidiomicetes (Basidiomycota) y sus respectivos individuos forman:
Una gran variedad de especies se colocan, de forma
arbitraria, en un quinto filo: Deuteromicetes (Deuteromycota),
también llamados hongos imperfectos. La razón para clasificar una especie
dentro de este grupo es porque no se conoce la forma en que se producen las
esporas por fusión de los núcleos. Sin embargo, la mayoría de esas especies
están emparentadas con los ascomicetes.
Oomycota
El filo Oomicetes (Oomycota) se compone de hongos que se
parecen a las algas. Abarca desde organismos unicelulares hasta complejas masas
de hifas que no están tabicadas por septos (micelios no septados). Además de
producir oosporas, los oomicetes forman zoosporas que se mueven por medio de
dos flagelos. Se incluyen en el filo los mohos acuáticos, las royas blancas y
los mildíus vellosos. La mayoría de los mohos acuáticos viven sobre materia
orgánica muerta, aunque Saprolegnia parasitica, parasita peces vivos. Las royas
blancas y los mildíus vellosos, pertenecientes al orden Peronosporales, son
parásitos de plantas. En algunos mildíus vellosos, por ejemplo en los géneros
Phytophthora y Peronospora, los receptáculos que contienen las zoosporas pueden
estar modificados; en ese caso, los receptáculos se parecen a los conidios y
funcionan como tales.
Chytridiomycota
Los miembros del filo Quitridiomicetes (Chytridiomycota) son
considerados parientes cercanos de los oomicetes. En algunos sistemas de
clasificación se incluyen en el reino Protistas, en lugar de situarlos con los
hongos.
Zygomycota
Los hongos pertenecientes al filo Zigomicetes (Zygomycota)
se caracterizan por formar zigosporas con gruesas paredes, de origen sexual y
esporangiosporas no nadadoras, de origen asexual. El moho negro del pan
(Rhizopus nigricans), un representante bien conocido de este grupo del orden
Mucorales, produce masas de hifas sobre pan, fruta y otros alimentos
envejecidos. Los hongos del orden Entomoftorales son parásitos de las moscas y
de otros insectos. Tienen esporangiosporas sencillas dentro de unos
receptáculos; en el interior de cada uno de estos receptáculos se desarrollan
unas estructuras que llegan a independizarse y funcionar como conidios. El
orden Zoopagales comprende hongos parásitos de amebas, nematodos y artrópodos.
Ascomycota
Los hongos del filo Ascomicetes (Ascomycota), también
llamados hongos con forma de saco, producen un número determinado de ascosporas
en el interior de unas bolsas semejantes a vesículas, denominadas ascas.
Con la excepción de algunas levaduras y otros pocos
organismos, los ascomicetes tienen hifas bien desarrolladas, por lo general con
un único núcleo en cada hifa. Ciertas células se transforman en binucleadas
poco antes de la formación de los sacos esporales. La unión de los núcleos se
da en las ascas jóvenes; tras la posterior división, suelen producirse ocho
núcleos, los cuales darán lugar a las ascosporas. Algunos ascomicetes tienen
sólo una ascospora; otros pueden tener varios cientos. Las tres clases
principales de este filo son: Hemiascomicetes, Euascomicetes y
Loculoascomicetes. Los hemiascomicetes abarcan a las levaduras y otros hongos
similares, cuyas ascas no se forman dentro ni sobre un soporte de masas de
hifas. La levadura de la cerveza (Saccharomyces cerevisiae), además de
reproducirse por medio de ascosporas, lo hace también mediante unas
protuberancias, o yemas, que a la larga se separan de las células parentales.
Las levaduras del género Schizosaccharomyces se dividen por fisión. Los
miembros del orden Tafrinales, como el parásito del melocotonero que causa el
rizamiento de sus hojas, se clasifican a menudo dentro de esta clase, pero la
verdadera relación entre estos organismos es confusa.
Los tipos más simples entre los miembros de la clase
Euascomicetes, como los pertenecientes al orden Eurotiales, son aquellos cuyas
ascas están esparcidas por todo el interior de unas bolas de hifas, llamadas
cleistotecios. Penicillium y Aspergillus son etapas conidiales de los
eurotiales. Los hongos pertenecientes al orden Erisifales, un grupo de
parásitos de plantas llamados los mildíus de la podredumbre, tienen
cleistotecios con formas especializadas. Algunos ascomicetes, que se suelen
denominar pirenomicetes, tienen ascas originadas en el interior de unas
estructuras con forma de matraz llamadas peritecios. Muchos peritecios se
desarrollan sobre una masa de hifas que sirve de soporte, que se llama
ascocarpo. Las colmenillas o morchelas, las trufas y pezizas, son ascocarpos
muy conocidos, con las ascas situadas en la cara superior de los cuerpos
fructíferos. Otro pirenomicete, el moho rojo del pan (del género Neurospora),
se ha utilizado comúnmente en el estudio de la herencia genética.
Los miembros de la clase Loculoascomicetes difieren de los
grupos descritos anteriormente por tener ascas con doble pared que se forman
dentro de unas cavidades que hay en el interior de la masa de hifas. Algunos
órdenes representativos de este grupo son: Miriangiales, Dotideales y
Pleosporales.
Basidiomycota
El filo Basidiomicetes (Basidiomycota) comprende numerosos y
variados tipos de hongos, cuyas estructuras reproductoras son basidios que se
localizan en las puntas de las hifas, sobre unos salientes con forma de tallo.
Lo normal es que, en cada basidio, se formen cuatro
basidiosporas. Los basidios pueden ser con forma de maza, cilíndricos u ovales.
Las dos clases principales de este filo son: Heterobasidiomicetes, que tienen
basidios con cuatro células y Homobasidiomicetes que, de manera típica, tienen
basidios con una célula.
La clase Heterobasidiomicetes engloba a algunos importantes
parásitos de las plantas, tales como las royas del orden Uredinales, o los
tizones del orden Ustelaginales. Estos grupos tienen basidios que están
divididos en varias células, por lo general cuatro, las cuales forman una
espora cada una.
Muchas royas, entre ellas Puccinia graminis, la roya negra
de los tallos del trigo y de otras gramíneas, tienen un ciclo de vida
complicado y requieren vivir en dos huéspedes distintos para producir sus
variadas formas de esporas. La roya negra de los tallos del trigo forma unas
estructuras pequeñas con forma de matraz llamadas espermatogonias. Éstas tienen
numerosos cuerpos diminutos semejantes a esporas, llamados espermátidas,
situados sobre la cara superior de las hojas del agracejo (Berberis vulgaris).
En la cara inferior se desarrollan, así mismo, unas estructuras con forma de
copa, llamadas ecidios, desde cuya base se originan hileras de ecidiosporas.
Las ecidiosporas nunca reinfectan a otras plantas de agracejo, sino que atacan
únicamente a las gramíneas, en las que forman unas pústulas rojas llamadas
uredios que contienen esporas. Estos uredios son los que dan la apariencia de
royas a los tallos y las hojas de las plantas parasitadas. Más tarde, durante
la misma estación, se producen otro tipo de esporas llamadas teliosporas, o
esporas de invierno. Éstas son negras, con paredes gruesas y se forman en los
tallos del trigo. En la primavera siguiente, las teliosporas desarrollan
protecciones cilíndricas, dividiéndose entonces en cuatro células que originan
basidiosporas individuales. Las royas que utilizan dos huéspedes se denominan
heteroicas; aquellas cuyas etapas de desarrollo se realizan en un solo huésped
se llaman autoicas.
En los tizones, las teliosporas se llaman clamidosporas.
Estas esporas pueden reinfectar a otras plantas poco después de formarse, pero
es más frecuente que germinen en el suelo durante la primavera siguiente.
Producen unos filamentos cortos que tienen, aproximadamente, cuatro células.
Éstas dan lugar a basidiosporas llamadas esporidios. Entre el resto de los
heterobasidiomicetes se agrupan diversos hongos de consistencia gelatinosa de
los órdenes Auriculariales, Dacrimicetales y Tremelales.
La clase Homobasidiomicetes se subdivide en dos grupos
principales que pueden considerarse subclases: Himenomicetes, cuyo himenio
(superficie en la que se alojan los cuerpos fructíferos) es externo, y
Gasteromicetes, en los cuales los basidios se forman en el interior del cuerpo
fructífero. La mayoría de estos hongos son saprofitos, es decir, viven sobre
materia orgánica muerta o en descomposición.
La subclase Himenomicetes engloba diversas familias que
abarcan desde los champiñones y otros hongos similares, a las clavarias (hongos
con forma de coral) y a los hongos porosos o políporos. Estos hongos difieren
entre sí por el tipo de cuerpo fructífero, o basidiocarpo. En los champiñones y
en otros hongos de la familia Agaricaceae, el himenio se forma a lo largo de
unas hojas alargadas, o laminillas. La familia Clavariaceae son hongos con
forma de coral que tienen los basidiocarpos muy ramificados. El himenio se
sitúa sobre la suave superficie de éstos. Los políporos, de la familia
Polyporaceae, son comunes sobre troncos en descomposición. Su himenio se alinea
dentro de unos tubos. Los hongos con aguijones, de la familia Hydnaceae, tienen
su himenio sobre unas espinas que crecen hacia fuera.
La subclase Gasteromicetes comprende hongos tan familiares
como los pedos o cuescos de lobo, del orden Licoperdales, y los hongos
malolientes con forma de falo, del orden Falales. Los basidiocarpos de los
pedos de lobo son estructuras globulares, a menudo grandes, que contienen una
enorme cantidad de esporas. Los cuerpos fructíferos de las falales son unas
estructuras cilíndricas. Sus esporas se disponen en la superficie del ápice de
estos basidiocarpos. Cuando maduran despiden un olor repugnante que atrae a los
insectos carroñeros y de esta forma asegura la dispersión de las esporas.
Deuteromycota
La mayoría de los miembros del filo Deuteromicetes
(Deuteromycota) son fases conidiales de ascomicetes; sin embargo, unas pocas
especies son zigomicetes o basidiomicetes. Los géneros Aspergillus,
Penicillium, Verticillium, Alternaria y Fusarium, pertenecen al orden
Moniliales. En estos hongos, los oídios y los conidios se forman sobre una
almohadilla vellosa de hifas entrelazadas. Los hongos pertenecientes al orden
Melanconiales, con géneros como Colletotrichum, tienen cuerpos fructíferos
semejantes a diminutos platillos, llamados acérvulos. Los conidios de los
miembros del orden Esferopsidales se originan en el interior de unas
estructuras con forma de matraz llamadas picnidios.
Bien, si analizamos lo anteriormente descrito, nos daremos
cuenta de que en la mayoría de los hongos anteriores, solo dos filos
llamarían nuestra atención, por ser éstos productores de las setas propiamente
dichas. Y estos serían: El filo Basidiomicetes (Basidiomycota)
y el filo Ascomicetes (Ascomycota). Por tanto y descartando el
resto de hongos, serán estos en los que nos centraremos.
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