viernes, 16 de febrero de 2018

¡Amante ferviente!


¡Amante ferviente!

Que dulce la miel de tu piel,
doncella  dormida, en el terciopelo
del vello de tu cuarto inferior.
Que dulces tus senos
rematados de rosada aureola,
mi bella y delicada amapola.
Que dulce la miel de tus labios,
lengua revoltosa de fiel mariposa,
posada en el clavel y la rosa.
Eres cielo de amor verdadero,
eres vida y eres Diosa,
poesía y prosa.
¡Mujer hermosa!
Yo siempre seré prisionero
de mi pasión y deseo,
de tu cuerpo caliente
y tus manos de fuego.
Siempre atrapado en tu juego.
¡Amante ferviente!




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