En vistas de las tormentas que se generaron el día anterior, he salido al monte, no porque piense que las setas salen como los caracoles, sino para intentar localizar el punto exacto de la tormenta que en este caso había sido de piedra y agua sobre una amplia zona del Berguedà…
Y “bingo” la localización aproximada que hice con las imágenes del radar meteorológico, han coincidido de pleno sobre el terreno…
El bosque estaba más que seco hasta las horas, esta piedra caída ayer junto con el agua, seguramente hará cambiar el estado de bosque de forma importante y dará lugar a la aparición de las primeras setas.
Siempre se comenta entre los boletaires, que es mejor la piedra que el agua para favorecer el crecimiento de las setas…
Puede parecer curioso, pero si analizamos un poco el tema, veremos que es bien simple:
Una tormenta de agua y más cuando el terreno está muy seco, fluirá con rapidez por la superficie del bosque hacia los torrentes y rieras, empapando bien poco el terreno. No sería igual si el terreno ya estuviese previamente ablandado por lluvias anteriores, puesto que en este caso se empaparía mucho más.
Sin embargo la piedra, al igual que la nieve, queda fijada sobre el terreno y se va deshaciendo progresivamente empapando mucho más el terreno. Por otro lado ejerce también un efecto térmico sobre el mismo enfriándolo y a la vez sobre la temperatura ambiente, haciendo bajar la temperatura del entorno.
Algunas setas termófilas reaccionan rápidamente, poniendo en marcha sus sistemas reproductivos y fructificando.
O sea que ¡atentos! si consiguen localizar una zona donde haya caído una pedregada importante, no dejen de hacerle un seguimiento adecuado.
Les dejo unas fotos de muestra tomadas al día siguiente de la tormenta:
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