Ando perdido en el camino,
una vez más, sin rumbo ni destino.
Una vez más, solo conmigo…
La brújula que marca mi norte,
está desorientada
y no me lleva a mi amada…
¡Que pobre navegante soy!
y que perdido, solo conmigo.
A lo lejos, veo faros que me indican
nuevos horizontes, nuevos puertos,
inexplorados, lejanos también,
de luces tenues y discretas,
apenas me valen de referencia
para encontrar el camino de mi destino.
Una vez más, solo conmigo…
¿Será que no nací navegante?
Que me cuesta tanto llegar a mi amante…
Ella en su puerto me espera,
en su mano pañuelo de bienvenida
y en su corazón añoranza y tristeza
esperando a su amor que no llega.
Penélope amada,
no dejes de esperar a tu Ulises.
Él sabe que eres su Ítaca soñada…
No se dejará atrapar por cantos de sirena
que le tocan el alma.
Enciende tu faro
y dale luz a tus sueños,
no dejes que se apaguen,
haz que brillen de nuevo…
Ese faro me guía aun en mares adversos.
Y cuando la tormenta de mi noche me pierda,
sabré encontrarte en mi camino,
yo solo, conmigo…
Castellet 2007
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