Quería el ciego, que nunca vio crear un mundo a su medida. Puso manos a la acción de su vida y mil pilares removió… pensando que todos le seguían.
Pero los videntes ¡no entendían! Del cómo creer en algo que nació de aquel que no veía… Y aquel ciego no sabía cómo mover a la nación… que mostraba cobardía.
Dijo el tuerto: ¡Yo si tengo solución! Sigamos a este ciego… De lo que pase por la vía ¡ya lo vemos otro día!
O no…
Castellet 27/05/11
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