Que mal suena la palabra
pronunciada por mi boca
y cuantos malestares, nos provoca…
Reconocer que ellas existen
o que alguien las pueda solicitar.
Siempre es algo que debemos negar…
Así el problema ¡se va a acabar!
Cuánta hipocresía en este mundo,
intentado ocultar una evidencia
desde que el mundo es mundo…
Y desde que el más fuerte y opulento
¡Un cuerpo puede comprar!
¿Quién puede acabar con esto?
La sociedad al negarlo,
nunca terminará con este fenómeno,
solo conseguirá evidenciarlo
y condenarlo a la precariedad…
Cuanta explotación genera
el hecho de negar…
De que poco vale el denunciar…
¿No sería más lógico legislar?
Y con ello, poder controlar…
Pero los intereses político religiosos,
sumados a los de los mafiosos…
Siempre ¡las van a condenar!
Castellet
24/03/12
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